La queja de Yelp contra Google llega tarde en la investigación actual

"El día en que presentaron una queja formal era demasiado tarde para considerar a Yelp al mismo nivel que a los veinte querellantes formales que tenemos en esta investigación", indicó Almunia en una rueda de prensa al ser preguntado por el caso.

El vicepresidente comunitario señaló que "hemos estado en contacto con Yelp en diferentes ocasiones" y que incluso se ha reunido con su consejero delegado, y precisó que la compañía "ha cooperado con la investigación durante estos tres años y medio".

"Pero hasta los últimos días Yelp no era un demandante formal", indicó Almunia, quien dejó claro que para cuando Yelp presentó su queja formal ante el Ejecutivo comunitario ya era "demasiado tarde" como para tenerla en cuenta en la investigación.

El comisario español destacó que, aunque "en términos generales" desconoce los detalles del texto de la demanda de Yelp, "sabemos muy bien cuáles son las preocupaciones" de esa empresa, y agregó que "las discutiremos" cuando la CE analice las respuestas a los otros demandantes.

"En cualquier caso, seguimos manteniendo con ellos una buena relación bilateral, unas conversaciones interesantes", apuntó.

Preguntado por la posibilidad de que un querellante no formal recurra la decisión que tome Bruselas sobre el caso Google, Almunia respondió que, "lo primero de todo, yo intentaría convencer a Yelp de que no recurriera".

La Comisión Europea espera tomar una decisión para después del verano sobre la investigación antimonopolio abierta a Google en 2010, que analiza un posible abuso de posición de dominio en el mercado de las búsquedas y la publicidad en línea.

Actualmente, la CE se dispone a enviar a las partes demandantes en la investigación las cartas en las que les explicará las razones por las que cree suficiente la última propuesta de Google, presentada en febrero, para subsanar las preocupaciones sobre su modelo de negocio.

Almunia espera que la solución al caso llegue a través de una decisión según el artículo 9 de la ley comunitaria antimonopolio, que significa que la CE concluiría que Google no habría incurrido en una infracción pero haría legalmente vinculantes los compromisos ofrecidos por la empresa.

Así, si la compañía los incumple la CE podría imponerle una multa de hasta el 10 % de su facturación anual.