Además de estos canales de comunicación, con presencia aún muy incipiente en el ámbito laboral, otro de los retos por delante es aglutinar las aplicaciones de viajes.
El objetivo que buscan proveedores y usuarios es lograr el equilibrio entre seguridad, ahorro y satisfacción. La tendencia más reciente entre las empresas es involucrar al viajero que cada vez reclama más libertad a la hora de organizar sus desplazamientos.
La demanda de intermediación incluye cada vez más nuevos proveedores, como los relacionados con la llamada economía colaborativa, además de otros capítulos que escapan muchas veces al control de los departamentos financieros, como los gastos de comidas, aparcamiento, taxi y otros extras que se generan durante los viajes de negocios.
"La clave está en que las herramientas tecnológicas proporcionadas han de adaptarse a las necesidades particulares de cada empresa, además de poder dar respuesta a los diferentes públicos dentro de la compañía", explicó la responsable de innovación y desarrollo de producto de American Express Global Business Travel, Estefanía Ruíz de Esquide.
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