Contra el exceso de aforo, Inteligencia Artificial

Desde hace unos días, miles de viajeros del servicio de Cercanías en Madrid y Barcelona son vigilados por un sistema de Inteligencia Artificial. Como si de una suerte de ‘Gran Hermano orwelliano’ se tratara, cada uno de los movimientos de estos ciudadanos son analizados desde las videocámaras instaladas en diferentes estaciones con el fin de evitar que se produzcan las tan temidas aglomeraciones en tiempos de coronavirus.

A través de la pantalla de control, un recuadro digital enmarca a cada persona que se desplaza por el andén. Su presencia acaba convertida en una cifra que, sumada a la de otros viajeros, no debe alcanzar un nivel rojo que equivaldría a colapso en la estación.

Con este nuevo servicio, las ciudades de Madrid y Barcelona estrenan la fase 2 de la desescalada establecida para superar la crisis sanitaria. Con su paso a la fase 3 Andalucía, por su parte, aventaja a Madrid y a Cataluña no solo en el descenso del número de restricciones a la movilidad de sus ciudadanos, sino también en la implantación de soluciones innovadoras que acabarán siendo un elemento más del paisaje urbano.

Durante la fase 3, ha sido establecido que el aforo en espacios cerrados como bares y restaurantes, bibliotecas, teatros o comercios no debe superar el 50% del permitido habitualmente para evitar la propagación de la COVID-19. En este escenario es donde entra en juego Controlatuaforo (https://controlatuaforo.es/ ), una herramienta ideada por dos jóvenes sevillanos con el fin de acercar la tecnología ya descrita en el servicio de Cercanías al pequeño y mediano comercio.

“Mi compañero y yo conocimos un sistema de tratamiento de imágenes que permite contabilizar la cantidad de personas que aparecen en un vídeo”, indica José Antonio Matos, director comercial de Controlatuaforo. “Con la crisis sanitaria, comprobamos que los pequeños y medianos comercios tienen dificultades a la hora de controlar el número de clientes que pueden entrar o salir de sus locales, así que pensamos en hacer accesible este producto de una forma económica y sencilla.”

El producto en cuestión consta tan solo de un pequeño ordenador al que están conectadas una pantalla táctil de 7 pulgadas y una cámara web, que debe ser instalada a la entrada del establecimiento para que no pierda detalle del paso de personas ante su objetivo. “No hacen falta conocimientos técnicos para instalar el sistema. Lo único que tiene que hacer el comerciante es definir el aforo posible, por ejemplo 10 personas, para que la Inteligencia Artificial sea capaz de detectar cuándo se ha superado”, apunta Antonio Montañez, director comercial.

Según sus promotores, la herramienta es autónoma, no necesita Internet para funcionar y únicamente requiere de una toma de corriente. Además, el propio comerciante puede modificar el límite de aforo conforme las restricciones se vayan aliviando durante el proceso de desescalada.

“Mientras que la webcam se queda en el interior del local, la pantalla se coloca de cara al exterior para que el cliente tenga conocimiento del aforo del comercio en ese momento. Si puede acceder, el aviso se muestra en color verde; si no puede hacerlo, lo hace en rojo”, añade Montañez. “Además, mientras el cliente espera fuera, van apareciendo mensajes que le recuerdan la necesidad de utilizar mascarillas o de lavarse las manos con frecuencia.”

Con Controlatuaforo, José Antonio y Antonio han abaratado el coste de una herramienta que supone la tercera generación en el conteo artificial de personas. Estos sistemas, presentes en el mercado desde hace dos décadas, hicieron aparición con un primer sistema de haz infrarrojo que se vería superado por un segundo de control térmico, sensible ante el paso de estas personas. El siguiente paso es el dado tanto en la idea andaluza como en las estaciones de Cercanías: la detección de movimiento sobre una imagen animada. El tiempo dirá si la cuarta generación también será escrita desde Andalucía y, sobre todo, si soluciones como estas pueden allanar el camino hacia el principio del fin del coronavirus.