El Grupo Renault, pionero de los vehículos eléctricos en Europa, puso en marcha en enero de 2020 el proyecto INCIT-EV, en colaboración con una treintena de socios que se han unido a la iniciativa para promover la movilidad eléctrica.
Este proyecto, que plantea soluciones de recarga urbanas y de larga distancia centradas en los usuarios, para estimular el despliegue y la implantación del vehículo eléctrico en Europa, tendrá una duración de 48 meses, durante los cuales se realizará un estudio de las necesidades y las limitaciones de los usuarios de vehículos eléctricos, así como una fase de demostración de las futuras tecnologías de recarga en las que ya trabaja Renault.
Entre ellas se encuentra la tecnología “Plug and Charge”, la recarga inteligente bidireccional y la recarga por inducción, tanto estática como dinámica.
Plug and Charge: recarga fácil
Los puntos de carga equipados con la tecnología Plug and Charge constituyen un nuevo y convincente argumento a favor de la transición eléctrica. La idea detrás del proceso de carga “Plug and Charge” es que el usuario de un vehículo eléctrico Renault pueda conectarse a una estación de carga pública sin realizar ningún paso más.
El sistema de control se encarga de identificar el vehículo y de permitir el pago de forma automática mediante un protocolo encriptado que garantiza la seguridad, sin necesidad de utilizar ningún tipo de tarjeta de crédito o de socio.
Este avance será posible gracias a la adopción de la nueva norma internacional ISO 15110, que regula los protocolos de sincronización entre los vehículos eléctricos y los puntos de recarga, además de permitir la implementación de la recarga bidireccional que el Grupo Renault ya está ensayando actualmente en Europa.
Recarga inteligente bidireccional
Una de las tecnologías más prometedoras en lo relacionado con la electromovilidad es la recarga inteligente bidireccional. Permite que el flujo de energía vaya de la red al coche para proceder a su recarga; y también en sentido contrario, del coche a la red, para el reabastecimiento de la misma. Su función es doble: medioambiental porque promueve la electricidad con bajas emisiones de carbono; y económica ya que consigue abaratar los costes al hacer que la energía esté fácilmente disponible.
Mediante la carga inteligente bidireccional, si un vehículo eléctrico Renault está enchufado en una estación de carga pública o en el domicilio del usuario, la batería pasará a cargarse o descargarse en tiempo real para ayudar a equilibrar la oferta y la demanda de energía de la red eléctrica a la que se encuentra conectado.
Esto puede realizarse a escala nacional, pero también a nivel local. El vehículo almacena la electricidad procedente de fuentes de energía renovables, principalmente a través de energía solar y eólica, cuando está disponible o cuando la tasa de consumo de electricidad es baja. En caso contrario, si la demanda de energía es alta o la cantidad de electricidad generada por las fuentes de energía renovables es baja, el vehículo puede devolver energía a la red.
Renault trabaja en el desarrollo de la carga inteligente y bidireccional con ayuda de varios socios de referencia en los sectores de la movilidad y la energía. Los primeros ensayos tendrán lugar en Ámsterdam y Utrech, en los Países Bajos.
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