Los investigadores obtendrán las muestras que conformarán el registro a través del análisis de huesos de animales. El estudio aportará pistas sobre la evolución del comportamiento trófico de los humanos, y de las consecuencias derivadas de las prácticas de la domesticación de especies animales.
El trabajo de la investigadora del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y profesora de la Universidad Pablo de Olavide, Eloísa Bernáldez- Sánchez, se enmarca en un proyecto de excelencia motriz denominado Nuevo Enfoque Técnico-Metodológico para la Protección y Conocimiento del Patrimonio Arqueológico Orgánico, ADN Antiguo y Análisis Físico-Químicos.
El estudio persigue crear un banco de datos genéticos de las especies autóctonas y de las condiciones ambientales registradas en los antiguos ecosistemas. “Esta base de datos ayudará a medir el impacto de las culturas humanas en la naturaleza que, además, facilitará la elaboración de un protocolo de actuación y protección de este patrimonio arqueológico orgánico dirigido a investigadores, empresas arqueológicas y gestores del patrimonio cultural y natural” afirma Eloísa Bernáldez.
El proyecto cuenta con la participación del Instituto Andaluz, la empresa Genoclinics de la Universidad de Málaga, La Estación Biológica de Doñana (CSIC), La Universidad de Upsala (Suecia) y el Centro Nacional de Aceleradores.
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